Si ya estás aburrido de las parrillas de carne de res y pollo, el cabrito puede ser una alternativa diferente e igual de deliciosa. El cabrito es una carne magra y tierna que queda muy bien asada a la parrilla. El secreto para un cabrito asado con un sabor inconfundible es elegir un cabrito recién nacido que solo haya sido alimentado con leche materna. Si ya comió pasto u otros alimentos el sabor será diferente. Esta es una receta típica de Monterrey y combina perfectamente con cualquier acompañante. Un cabrito grande rinde para aproximadamente 6 personas.
Cómo preparar cabrito asado a la parrilla
Para preparar un cabrito asado a la parrilla como todo un experto, lo principal es elegir un cabrito fresco en un mercado. Obvia los que venden en el súper. Como mencionamos anteriormente, debes elegir un cabrito lactante, que no se alimente de otra cosa que no sea leche. Pídele al proveedor que te lo limpie y te lo deje entero, ya que todas las partes son aprovechables.
Una vez que ya tengas el cabrito preparado, puedes comenzar tu receta:
Acompañantes y guarniciones para el cabrito asado
Sirve tu cabrito asado con una guarnición que realce su sabor.
Limpia 6 palitos de brochetas. Inserta en cada uno 3 champiñones, 3 tomates cherry y 2 trozos de cebolla morada. Colócalos en la parrilla durante 15 minutos.
Limpia 6 cabezas de champiñones asados y colócalos boca arriba. Coloca un trozo de mantequilla sobre cada uno y añade hierbas y ajo. Colócalos en la parrilla a fuego bajo hasta que estén tiernos y hayan absorbido todos los sabores.
Inserta en cada palito de brocheta 3 papas Cambray y 3 trozos de batata naranja o papa dulce. Cubre las brochetas con aceite y sal marina y colócalas en la parrilla hasta que las papas y las batatas estén suaves y tiernas. Sírvelas con una salsa de yogur, sal marina y hierbas.